Una noche oscura y peligrosa
unos besos ardientes llegaron a mi
recorriendo suavemente mi hermosura
como una diosa de mujer sin piel.
Me tomó con lujuria y placer
brotando como manantial mi ser
satisfaciendo su deseo al poseer
a una mujer que al marido le era infiel.
Piel entre piel y sudor a sudor
góticas de ganas entre placer
encendiendo el fuego acogedor
para aislar unas piernas a fallecer.
Liberé mis ansias de ser infiel
inquietud ansiosa del placer
goteando torrenciales dulce miel
haciéndome vibrar y estremecer.
Lo sublime de lo prohibido que viví
me hace felizmente una mujer infiel
lamiendo con mi lengua su candiel
e impregnando mi boca de su miel.
® Emely