como ramera que busca placer
sin principios muertos del ayer
que hacía palpitar mi corazón.
Inocente crei en tu amor
y me entregue como una flor
fresca, pura y con sabor
para deleitarme sin perdón.
Hoy vuelves arrepentido
cuando las estrellas se han ido
la luna no tiene sentido
y mi corazón está herido.
Es tarde, muy tarde,
el tren partió sin rumbo
el boleto de regreso arde
y un mañana se derrumbó.
Emely