Tenías que ser tú! Él que llegara a secar
este diluvio de desencanto indolente,
cambiando las aguas como olas del mar
para sembrar cada gota en nuestra fuente.
Tu mirada me dice que hay una casa
un hogar donde llegar caminando,
encendiendo la hoguera y su brasa
con tu boca en mi boca soñando.
Déjame quedarme entre tus brazos
escuchar la canción que anhelaba,
con notas de amor entre lazos
precintos de besos que faltaba.
Me correspondía al fin! tu llegada otoñal
para sentir el cosquilleo de un amor,
transparente y brillante como cristal
y fuerte como roca en roja pasión.
Sólo ámame !!!
Emely
No hay comentarios:
Publicar un comentario